miércoles, 17 de noviembre de 2010

UNA DE ESAS PELÍCULAS...



No entiendo mucho de cine, y estoy en uno de esos momentos en los que me apetece ver una peli cada día, necesito nuevos ingredientes para mis sueños...

Un compañero de trabajo, que es como imdb, me recomendó una de esas películas con la que me prometió: "llorarás de felicidad", que buena definición... llorarás de felicidad, no de pena, ni de angustia, ni siquiera de risa...felicidad.

El título: An affair to remember o Tu y yo in spanish.


Después de pasarme todo el verano acompañada de Hugh, Rene, Colin, la lluvia, y el Big Ben, era reticente a cruzar el charco y abandonar mi adorado acento inglés.

Pero nada más dar al play, el color, la música, las voces, los diálogos y el hoyuelo en la barbilla de Cary Grant, me recordaron que en otra época viví enamorada de Audrey, Nueva York y Givenchy.

Entonces empecé a disfrutar cada fotograma, cada frase y cada costura de los vestidos de Deborah Kerr. A disfrutar de cada ingrediente imprescindible para esas películas románticas que te tienen en vilo hasta su totalmente previsible final, cada ingrediente que formaría parte de la receta para mis sueños del resto de la semana, del mes o de mi vida...




Soñar con un maravilloso crucero a través del mediterraneo en el que conoces a un hombre tremendamente atractivo, sorprendentemente elocuente y divertido y, ¿por qué no? forrado.

Y que bajo un perfectamente planeado disfraz de recatada y perfecta esposa que no puede besar a un desconocido, pides a gritos que te bese sobre la cubierta de ese barco cubierto de estrellas.

Y que tras solo una edulcorada semana sabes que es el hombre de tu vida, que el nudo que tienes en el estómago no tiene nada que ver con el riesgo de tener una aventura.

Y que te empeñas en jugar a David y Goliath contra tu lógica convenciéndote de que este sentimiento durará siempre y que merecerá la pena dejarlo todo por él.

Dejar a tu rematadamente guapo y rico prometido, dejar ese ático con vistas que dejan sin respiración, y dejar de cargar tus maravillosos vestidos a su cuenta.

Porque el hombre con el que suspiras, no necesita tener nada para dártelo todo, porque, como dice la canción de Amaral, tu corazón no lo compra el dinero, quieres palmas que acompañen a tu alma.

Y si no dejo de soñar ya, empezaré a flirtear seriamente con la idea de entrar en la web de Iberia, y acudir puntual mi cita en el segundo piso del Empire State Building.

Y si no dejo de escribir ya, querré morir mañana, a las siete, cuando suene mi despertador...
y me costará un horror levantarme, pero empezaré el día en una nube, gracias a haber imaginado, haber soñado y haber llorado de felicidad.



lunes, 15 de noviembre de 2010

MAD ABOUT THE MEN


Estoy loca por estos hombres, y se que es vergonzoso pero, he de confesar que me han robado el sueño más de una noche.




En la pantalla, derriten mi corazón a cada escena, aunque soy totalmente consciente de las señales que desvelan lo canallas que pueden llegar a ser.



Dios sabe que no soy tonta, que no debería prestar atención, y Dios sabe que ya no soy una colegiala cegada por su primer romance.




¿Alguna vez me cansaré? De esta mezcla de miserias y alegrías que hacen que me sienta alocada y joven otra vez, todo, porque estoy loca por estos hombres.



Si pudiera utilizar un truco de magia, para destruir este sueño que me duele y me encadena... pero no puedo, porque estoy loca, por estos hombres...